Las personas reaccionan a la pérdida de empleo de la misma manera que reaccionan a la pérdida de algo significativo en sus vidas, sufren. Este proceso emocional puede dividirse en varias etapas distintas. No todas las personas pasan a través de estas etapas, algunos pueden experimentar sentimientos fuertes antes de alcanzar un estado de aceptación con el deseo de avanzar con entusiasmo.